IVI es una famosa
clínica de fertilidad que tiene defensores y detractores a partes
iguales, yo dudé mucho si acudir a ellos, aún tenía un intento gratuito por el
seguro, pero mis fuerzas empezaban a flaquear. Sin decírmelo del todo claro, en
el centro donde me estaba tratando me iban sugiriendo entre líneas la
ovodonación ya que mi antimulleriana de 0,5 ya nos señalaba una reserva ovárica
baja y encima, por los resultados obtenidos, parecía que esos pocos óvulos no eran
de buena calidad. Yo sin embargo tenía una sensación en mi interior rara, como
de que no estaban haciendo todo lo que se podía hacer por mí. Y pensé, a lo
mejor necesito un laboratorio mejor?... Fuimos a IVI.
En aquella primera larga consulta, además de mandarme algunas
analíticas extra para completar mi estudio, mi doctor me dijo que su plan para
mí era el siguiente: Tienes una reserva baja, te han estimulado muy fuerte y en
el segundo intento al subir las dosis se han obtenido peores resultados, mi
sugerencia es estimularte poco y extraer pocos ovocitos, aunque sea uno, a ver
si mejoramos así en calidad, y así ganamos un puntito. En segundo lugar vamos a
empezar frenando un poquito tus ovarios con Meriestra para que arranquen con
algo más de fuerza, y así ganar otro puntito. Además aquí tenemos la
posibilidad de usar un EMBRYOSCOPE, una incubadora especial controlada por
cámaras de manera que para ir estudiando la evolución del embrión, no es
necesario sacarlo de la incubadora, se mantendrá todo el tiempo en el mismo
entorno estable y así se evita q se pueda deteriorar lo más mínimo al
manipularlo, y así ganar otro puntito. Y a ver si sumando puntitos lo
conseguimos.
Me pareció coherente, posible, me dieron la opción de
practicarme las pruebas que me faltaban donde yo quisiera, lo que me hizo
sentir que no me veían como un nuevo fajo de billetes, ya que las pruebas
fueron bastante caras. Las pruebas de ADN espermático sí quisieron hacerlas
ellos, me pareció razonable.
Me estimulé con dosis mucho más bajas que las otras veces,
me encontraba mejor por eso y a pesar de ello sólo me estimulé 5 días, la
respuesta de mis ovarios fue rápida y óptima, y llegué a la punción con 4
ovocitos, 3 de ellos maduros.
El doctor me dij: si
el embrión en día +3 fuera de mala calidad, no te lo pondríamos, lo llevaríamos
a día 5 para ver si evoluciona. Lo agradecí, ya había pasado por dos FIV con un
embrión +3 D para nada, y confiaba totalmente en él. Más puntos a su favor,
podría ponérmelo aunque fuera de mala calidad y cobrar el tratamiento completo
pero prefirió asegurar, me dijo: quiero transferirte un embrión que te pueda
embarazar.
A día +3 me llamó el doctor, yo estaba en la cama aún
esperando que me llamaran para decirme que todo evolucionaba y esperaba la
transfer a día +5. Entonces:
Dr: Mira estoy viendo tus embriones.
Yo: “Mis embriones”? Hay más de uno?
Dr: Si si, tenemos dos, tenemos un B y un C, mis biólogos
son muy exigentes pero yo los veo preciosos y confío en ellos, te vienes para
acá y los transferimos?
Yo: Hombre pues claro,
para allá que voy (y ya dando saltitos metiendo la pierna por la pata
del pantalón).
Me transfirieron mis dos estrellas, dos puntos ultra
brillantes en la pantalla me enseñaba a mis estrellas dentro de mi…
La beta fue positiva, una estrella se quedó conmigo, mi
estrella, recordar ese momento me emociona profundamente… eso será otro post…
Para mi IVI ha sido una increíble clínica, en todo, en
atención profesional y humana de cada persona que me atendió, apretando fuerte
mi mano cuando estaba en quirófano y comprendiendo cada uno de mis miedos,
repetiré si llega el momento. También creo que esa conexión de confianza ciega
en mi médico fue clave, y yo ya iba resentida y desconfiada, pero tener esa
sensación con quién me trató y llevó mi caso fue primordial. Así se lo dije y
lo sentí, aunque hubiese salido mal, habría estado agradecida.
Se puede, se sufre pero se puede, y nuestro instinto también
puede llevarnos al éxito.