viernes, 11 de diciembre de 2015

La Clínica de Reproducción

Con todos los resultados de las pruebas que nos habíamos hecho, pedí cita en una clínica de fertilidad.

Mientras tomaban los datos en la recepción, de repente, me entraron unas ganas enormes de llorar, no sabía por qué, pero no podía remediarlo. Nos sentamos en la sala de espera y miraba a toda la gente que había allí, como intentando averiguar lo que podría pasarle a aquellas parejas. Fue como una vuelta a la realidad de golpe, como si hasta ese momento no hubiese sido consciente de mi situación. Estar ese primer día allí fue horrible. Visto hoy desde la distancia no tiene mucho sentido, porque desde luego que no lo veo de la misma forma, sin embargo ese día fue un momento desolador. No quería estar allí, no entendía por que me estaba ocurriendo algo que me obligaba a acudir a una clínica para poder tener hijos. Era como estar triste y muy cabreada a la vez. Pero no tenía más remedio.

Ya dentro de la consulta con el doctor y después de las infinitas preguntas y examen de las pruebas que llevaba, vino su diagnóstico:

-         Tienes hidrosalpinx, una obstrucción en la trompa derecha, pero la otra parece perfecta, yo te recomiendo que hagas una fecundación in Vitro.

En ese momento me cerré en banda a la idea, si mi otra trompa funcionaba no entendía por que había que hacer una FIV, ¿Por qué no una inseminación? ¿y por qué los ciclos con pastillas de Omifin no funcionaban?

Tras discutir varios puntos con el médico, al final acordamos hacer otros dos ciclos con las pastillitas pero doblándome la dosis y añadiendo el famoso Ovitrelle y progesterona. Y de allí me  fui nuevamente emocionada con que este tratamiento más completo sí funcionaría. Pero tampoco lo hizo.

Meses después regresé a la clínica con el convencimiento ya de dar el paso a la Inseminación Artificial.

Me administré mi medicación, en los controles vimos que contábamos con 5 folículos, y como 3 de ellos estaban en el ovario que correspondía a mi trompa tapada, pues realmente contábamos con 2 viables, y al no haber peligro se realizó.

Viví mi primera beta espera con ilusión, pero tampoco funcionó.


Poco después volví a la cínica de reproducción, y aunque yo insistí en repetir la IA, el médico me seguía aconsejando la FIV. Pero yo no estaba convencida, todo estaba bien supuestamente para que pudiera cuajar una inseminación. Así que me fui a casa, empecé a investigar sobre el único problema que parecía tener, el hidrosalpinx unilateral, y después de lo que descubrí, nunca regresé a aquella clínica.

2 comentarios:

  1. Hola guapa soy natalia, tu historia me a conmovido, yo empiezo mi historia ahora, empiezo con tus primeros pasos y mismas pruebas, con mucho miedo de que todo esto se alargue pero con un poquito de positividad en el fondo!!! suerte guapa, te seguiré...

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    1. Muchas gracias Natalia, el objetivo sobre todo es ayudar, yo estuve muy perdida y por eso he necesitado escribir sobre ello. Encantada de tenerte por aquí y, en lo que pueda, ayudar con mi parte de experiencia. Un besito

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