miércoles, 9 de diciembre de 2015

Empezamos en un momento complicado...

A pesar de que habíamos pensado en ser padres un par de años atrás, por mis circunstancias familiares q por desgracia llegaron, tuvimos que suspender nuestro sueño, yo tenía que estar en otro lugar, y cada día me alegro de haberlo estado.

Unos seis meses después de que todo acabó retomamos aquella ilusión, yo realmente lo deseaba aunque emocionalmente no estaba ni de lejos en mi mejor momento para ello, aunque eso tardé muchísimo tiempo en descubrirlo. Yo no sabía que estaba sumida en un estado de ansiedad bastante importante, tenía muchos síntomas físicos y emocionales de ella, pero yo nuca había sufrido de ansiedad ni de lejos. Así que pasé el primer año de búsqueda llevando sin saberlo a las espaldas un serio cuadro de ansiedad y depresión que descubrí tras acudir a una psicóloga. Llegué a ella por desesperación, porque tras ir a varios especialistas nadie me explicaba por que me mareaba, no era capaz de estar de pie mucho tiempo, toda la comida me sentaba mal, solo me encontraba bien durmiendo, me sentía increíblemente insegura en la calle, dolores de estómago casi a diario.. en fin. Unas veces me pasaban unas cosas y otras veces me dolían otras, así q unas veces me decían que tenía vértigos, otras contracturas, otras intolerancias… q estaba perfectamente vamos, sana como un roble, hasta que una señora maravillosa me dijo: hija, no sé como has aguantado así tanto tiempo, tienes un cuadro de ansiedad muy fuerte y principio de depresión, pero vas a salir.

Y como esto es otra historia, vuelvo a mi búsqueda.

Podría decir que un año y medio después de empezar a buscar mi embarazo ya era una persona más fuerte, más recuperada y volvía a empezar a recordarme a mí, y fue cuando decidimos.

-Bueno, estoy muchísimo mejor, creo que deberíamos ir a mi ginecóloga a contarle cómo vamos a ver que nos dice, me haga la revisión que me toca y si cree necesario hacernos algunas pruebas. ¡Vamos!


Y allí estaba yo tan feliz con  mi ginecóloga de siempre:

-         Bueno, ¿cómo estás?
-         Muy bien, a hacerme la revisión y contarte que no me quedo embarazada y ha pasado un año y medio.
-         Bueno, no te preocupes mucho, vamos a reconocerte
-         Muestra para citología. Voy a hacerte una eco, a ver, los ovarios bien, endometrio bien, lo veo todo muy bien, a ver la reserva ovárica… bastante buena, bien. Muy bien, puedes vestirte. Mira te vas a hacer esta analítica de hormonas, esta otra prueba que es una histerosalpingografía (enseguida explico brevemente que tal fue la prueba impronunciable) y tu marido un espermiograma. Cuando lo tengas todo me lo traes.
-         Vale, muchas gracias.


Y de allí me fui yo tan feliz con  mis volantes para las pruebas.

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