martes, 15 de diciembre de 2015

Mi primera FIV

Todo empezó con un control ecográfico para orientarnos sobre la reserva ovárica, me esperaba una nueva sorpresa, se percibían pocos folículos, unos 8. La doctora me dijo que veía una baja reserva ovárica para mi edad, yo le pregunté si era suficiente para el tratamiento y me dijo que si. Otro inconveniente, en menos de un año mi reserva ovárica había pasado de buena a baja. Para confirmar me mandó hacer un análisis de antimulleriana que nos confirmó la baja reserva. ¿Trompa obstruida?, ¿me tengo que operar?, y ahora que estaba todo bien ¿baja reserva? Que buena suerte oye…

Pues nada, con la siguiente regla empezamos el proceso, con dosis máximas de medicación, y aún así en la primera eco solo habían 4 folículos. Con muchísima menos dosis para mi IA tuve 5 y ahora este desastre. El caso es que llegamos a la punción con el resultado final de 5 folículos que contenían 5 ovocitos. Y con el fin de la punción, las llamadas del laboratorio.

Tengo que decir que para mi es la peor etapa, las llamadas, ni beta espera ni nada, esas llamadas que te dan la vida o te pueden llegar a decir que no han quedado embriones viables. Estar en beta espera es haber tenido la grandísima suerte de conseguir embriones. Hay que romper una lanza a favor de la beta espera!! No es el peor rato!! Lo peor es esperar agarrada al móvil LA LLAMADA DEL LABORATORIO.

Primera llamada, dia 0: de los 5 ovocitos, solo 3 eran maduros

Segunda llamada, día 1: de los 3 maduros han fecundado 2.

Tercera llamada, día 2: uno de los embriones va muy lento, no llegara a la transfer, pero el otro es precioso, es de libro, está perfecto. Mañana es la transferencia.

Y llegó el día de la transfer, iba contentísima, solo tenia uno, pero era mi uno, y era perfecto.

Sin embargo justo antes de la transfer nos informan los biólogos que el embrión se ha quedado muy lento, que en un día solo había creado una célula, estaba en 5 células cuando debía estar en 8 o 9. Teníamos un tipo D.

La transfer fue un desastre, el disgusto, los nervios, mi histeria personal, encima al hacerla el embrión se quedó retenido en la cánula y hubo que repetir. Yo no paraba de pensar que estaba pasando demasiado tiempo, se iba a morir. Un desastre total.


Dos semanas después la beta fue negativa, pero dolió igual. Unas horas después ya estaba deseando volver a empezar.

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