No hice caso del todo a mi ginecóloga, sólo me hice la
analítica de hormonas y él su espermiograma.
De regreso en la consulta, le entregué los resultados a mi
ginecóloga:
-
Todo esto está normal, según las pruebas no entiendo por
qué no te has quedado embarazada, la citología ha salido perfecta. ¿Donde esta
la histero?
-
No me la he hecho
-
¿Por qué?
-
Me da miedo, es invasiva, y lo del contraste… no sé
-
Ya (con cara de regañina)
-
¿No hay algo que pueda tomar que me dé un empujoncito?
-
Mira te voy a mandar un par de ciclos con estas
pastillas, pero escúchame, no pierdas más tiempo y hazte la
histerosalpingografía ya.
-
Vale
Y de allí me fui, teniendo más claro que el agua que no me
hacía la prueba, me iba a tomar mis pastillitas y me quedaría embarazada.
Desgraciadamente no funcionaron, y me planté el tercer día
del ciclo en la sala de espera del hospital, para hacerme la dichosa prueba del
demonio.
La histerosalpingografía es una prueba diagnóstica que sirve
para dar información sobre el estado de las trompas de Falopio, nos dirá si son
o no permeables, es decir, si hay alguna obstrucción o, por decirlo de alguna
forma, las vías están libres tanto para que circule el esperma para fecundar
como para el embrión para viajar al útero.
Yo estaba muy nerviosa, no sabía que saldría, si me dolería,
lo de siempre, miedo a lo nuevo. Y realmente por culpa de mis nervios fue
horrible porque no eran capaces de
ponerme el espéculo. ¿Tensión, miedo, estrés y espéculo? Combinación fatal
Tras mucho rato tuvo que venir a hacerlo un ginecólogo, me
armé de valor y pudieron hacerme la prueba, simplemente puesto el espéculo se
introduce una cánula ultrafina imposible de notar, y a través de ella se vierte
dentro un contraste que inunda útero y trompas mientras ven el proceso en un
monitor. Si el líquido pasa por el útero y recorre las trompas hasta el final,
está todo perfecto. Si el líquido se atranca en una o las dos trompas, pues
mal, hay obstrucción. Y ahí estaba, mi obstrucción, en todo su esplendor.
Tumbada en la camilla mirando el monitor ya solo escuchaba
al médico como una voz en off que estuviera muy muy lejos de allí:
-
Es solo en la trompa derecha… ¿ves?... la izquierda
está perfecta… a ver si echando más contraste de destapa… no… la derecha esta obstruida…
pero no es nada… solo que tardarás algo más en quedarte…¿ te haces test de
LH?... bla… bla… bla
Y me fui a casa aturdida, en el camino no me dio exactamente
bajón o pena, lo que estaba era increíblemente confundida, de repente no
entendía nada.
Cuando llegué a casa me senté y sólo concluí en una cosa: A
moverse, ¿Cuál es el próximo paso? Si hay que luchar un poco por esto, iremos a
por ello
¿Luchar “un poco”? Ja!
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